La COVID-19 ha supuesto un cambio de escenario para los investigadores: restricciones de desplazamiento; universidades y centros de investigación cerrados; limitaciones en el acceso a hospitales y laboratorios; así como dificultades para realizar trabajo de campo. Atendiendo a este contexto, sería razonable preguntarse si se espera que la producción científica del año 2020 se verá afectada o no. El Dr. Juan José Cabello, director del Departamento de Energía de la Universidad de la Costa en Colombia, señala a este respecto que no cree que se vaya a producir una bajada en la producción científica puesto que, los trabajos ya publicados en el 2020 o los que aún se encuentran en evaluación, se generaron principalmente con investigaciones realizadas durante el 2019. Los trabajos ya publicados fueron postulados a revistas de corriente principal desde el último bimestre del año 2019 y en el primer semestre del 2020 se postularon más trabajos que ya están siendo publicados. Por lo tanto, a juicio del Dr. Cabello, lo único que pudiera afectar a la producción del 2020 es que los investigadores no dispusieran del tiempo necesario para realizar el análisis, procesamiento de datos y la escritura de los artículos planeados para este año.

Según las características de los sistemas universitarios de los diferentes países, los profesores suelen tener un plan de trabajo inelástico, donde la carga de docencia y el tiempo de investigación se han visto poco alterados en el 2020. Sin embargo, en aquellos países donde los sistemas universitarios son principalmente privados, existe una alta dependencia de la matrícula de los alumnos por semestres, como es el caso de Colombia, quien ya registra dos semestres con crecimiento negativo de las matrículas. Esta situación ha generado una recarga docente en los profesores de planta, así como la finalización de contratos a profesores con menor tiempo de dedicación a la docencia e investigación. En cambio, este no es el caso de Rumania, donde el Gobierno ha reducido los requisitos de ingreso a la Universidad, eliminando las pruebas específicas de casi todas las especialidades, a excepción de medicina, derecho y arquitectura, lo que ha generado un ingreso masivo de estudiantes al primer curso. Como consecuencia, en el cuso 2020 los profesores universitarios han tenido que aumentar sus horas de docencia, reduciendo así las dedicadas a la investigación. A continuación, se muestra gráficamente los resultados obtenidos tras comparar las producciones científicas de los 44 países más productivos del mundo: con producciones científicas superiores a 14 mil artículos en 2019. Se han analizados varios escenarios para estimar si la producción científica de 2020 progresa a la par que la del año anterior en la misma fecha (lectura a 28 de agosto).

Diferencia porcentual entre producción esperada para el 2020 y producción observada a agosto del 2020. Fuente de Datos: Scopus. Análisis: Scimago Research Group

Diferencia porcentual entre producción esperada para el 2020 y producción observada a agosto del 2020.
Fuente de Datos: Scopus. Análisis: Scimago Research Group

En general, los países científicamente más productivos no parecen mostrar contracciones en su producción del 2020, sin embargo, Japón, siendo uno de estos países, sí que muestra una moderada contracción del -2,4%. Entre los países altamente productivos China (4%) e Irán (8,7%), se pueden ver indicios de que su producción 2020 será mayor que la del 2019. En cambios, otros países altamente productivos, como lo son Estados Unidos (-1,9%) y Alemania (-2,8%), muestran indicios de contracción moderada, y menos moderada como la Federación Rusa (-15,8%). En Europa del Este, el país que muestra una mayor contracción es Rumania (-16,6%), seguido de Ucrania (-13,5%), Republica Checa (-9,7%), Polonia (-3,3%), mostrando ser la región más afectada. Algunos países de Asia también se ven afectados: Indonesia (-3,9%), Japón (-2,4%) e India (-1,6%). En América Latina los países que registran contracciones son principalmente Colombia (-5,9%) y Brasil (-0,4%). La región del mundo que mejor está aprovechando esta oportunidad para crecer, son los países árabes: Arabia Saudí espera un crecimiento del 18,5% y Egipto del 13,3%. Los países de Europa Occidental crecen, con la excepción de la ya mencionada Alemania (-2,8%) y Francia que muestra una contracción marginal (-0,8%). Países muy afectados por el COVID-19, como Estados Unidos (-1,9%), Brasil (-0,4%), Italia (5,3%) o España (4,9%), no parece que su producción científica para el 2020 vaya a sufrir contracciones significativas.

A la luz de los datos, la producción científica de 2020 no será mucho menor que la de 2019: la disminución de las producciones esperadas no afectará de forma simétrica a todos los sistemas científicos. Los países de Europa del Este muestran un nivel de afectación más alto que otras regiones del mundo, todas ellas por encima del 10%. En el conjunto analizado, Colombia es el único país occidental con contracciones por encima del 5%.

Es interesante preguntarse cuál será la capacidad de los países de producir ciencia en el 2021. Seguramente los países que en el 2020 ya muestren una disminución de la producción científica, ésta se verá agravada en 2021.  Otros países que se mueven en una zona de indiferencia entre crecer y no crecer pueden caer en una contracción moderada. Probablemente, algunas regiones del mundo seguirán creciendo, como ya lo muestran los países árabes.

Atilio Bustos González
Senior Consultant
https://orcid.org/0000-0002-0822-2869